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Plantación de un Canelo. Campus Lircay UCM |
Discurso de Bienvenida del Coordinador del Programa de DDHH.
Colaborador académico de Bienvenida 2015
Queridas y queridos estudiantes:
El día de ayer estudiantes de segundo año, quienes han organizado esta bienvenida, me solicitaron poder dirigir unas breves palabras. Intentaré honrar esa invitación de la mejor manera posible, siendo breve.
Cuando la gente que conozco me pregunta qué hago, a qué me dedico o cómo me gano la vida, suelo responde que me dedico a educar, que hago docencia, que enseño psicología.
¿Qué he ido aprendiendo a lo largo del paso de los años, ejerciendo este oficio?, ¿De qué manera esta actividad me ha ido transformando a mí, volviéndome aprendiz tras cada intento por ser maestro?. Mucho y muchas veces, sorprendiéndome cada vez de lo privilegiado de mi posición de testigo de actos de transformación y cambio maravillosos. Hoy es uno de esos días y quiero compartirles el porqué.
Y es que, citando al sabio Paulo Freire, maestro de maestros, “enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción (…) El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas”.
Hoy hemos sido privilegiados testigos de cómo nuestros estudiantes construyen conocimiento y se vuelven maestros y maestras llenos y llenas de generosidad y gracia. Hoy han encarnado los fundamentos de nuestra profesión, recreando las prácticas que nos permiten soñar con un proyecto social donde la gente viva feliz aunque no tenga permiso, parafraseando a Benedetti.
Hoy nos encontramos compartiendo una fiesta, la celebración del triunfo de lo más profundo de nuestra ética como disciplina, el triunfo de los principios de la justicia, del respeto por la dignidad y bienestar de las personas. Hemos dado otro paso hacia nuestros sueños inacabados, hemos asestado otro golpe más contra el gigante de la indiferencia y la prepotencia cultural, que nos invita a continuar con las viejas tradiciones abusivas y vejatorias del mechoneo, síntoma de la doctrina del desprecio al otro, que se ha ido imponiendo en nuestra sociedad.
Hoy celebramos el triunfo de la rebeldía más oculta, aquel microscópico acto cotidiano de resistencia en el que damos un silencioso golpe de timón al desánimo y nos enfrentamos cara a cara con aquello que todo el mundo considera normal, típico, habitual o simplemente natural. Hoy nos hemos rebelado colectivamente a la idea del abuso del más fuerte al más débil, a la lógica inmoral de la revancha transgeneracional, a la tradición absurda y matonesca que año a año llena las calles de jóvenes sucios y maltratados, limosneando para recuperar sus zapatos o su mochila bajo la consigna de la tradición, ante la invisibilización de los transeúntes, que ya los consideran parte del paisaje otoñal.
Hoy nos rebelamos a la turba anónima, a la masa embobada y uniforme que sin capacidad crítica ni sentido histórico busca saciar sus deseos de poder, por temporal o precario que éste sea. Porque bajo la piel de nuestras prácticas maltratantes y abusivas se esconden y habitan los peores resabios de nuestra historia nacional de violencia y opresión.
Hoy nos revelamos a la violencia de género del mechoneo, al abuso patriarcal que se ensaña con las estudiantes mujeres, sexualizándolas en público como trofeos de guerra.
Hoy aprendemos a confiar en el otro, a cerrar los ojos con la férrea convicción de que más allá nos espera una caricia respetuosa o un cuidado fraterno.
Hoy, a contramano de la lógica enceguecedora del individualismo y el bienestar propio, hemos construido comunidad, hemos trabajado juntos, como iguales, con el solo propósito de hacer que el otro, la otra, se sienta como en casa. Hemos puesto otro ladrillo más en la edificación de una escuela de psicología viva, participativa y solidaria. Esa escuela que soñamos y construimos a pulso desde hace más de 10 años.
Quien educa a la hora de educar debe ser alegre y tener esperanzas en el mañana, características fundamentales del ser humano las cuales le permiten a quien aprende desarrollarse plenitud. La esperanza en primer lugar, es parte fundamental del desarrollo y la automotivación de uno mismo, es ésta la que nos ayuda a dejar de lado la conciencia de nuestro inacabamiento, que es poco a poco llenado por la esperanza de ser mejor día a día.
El mundo no es, el mundo está siendo. Hoy han hecho, queridos y queridas estudiantes, que el mundo sea un poquito mejor, acá en nuestra casa y eso vale una vida entera.
Estudiantes novatos y novatas, estas son nuestras cartas de presentación, esta es nuestra escuela de psicología, más allá de los rankings y la vociferancia publicitaria. A seguir haciendo escuela, que los sueños se construyen a mano, con otrxs y sin pedir permiso. Bienvenidas y bienvenidos.
¡Muchas gracias!